Cuando la temperatura ambiental empieza a subir, el cuerpo de tu pequeño reacciona sudando cuando
necesita equilibrarse para mantener una temperatura estable y normal. Los bebés sufren el calor como los niños más mayorcitos o los adultos, pero su
transpiración no es tan eficaz.
La piel del pequeño es muy
fina y no consigue aislar al organismo de la temperatura exterior lo
suficientemente deprisa. Su capacidad de termorregulación no es del todo
eficiente, sobre todo durante los dos primeros meses de vida. Por ese motivo,
no debes tapar al niño más de lo
necesario. Ello le provocará malestar y favorecerá la aparición de irritaciones
cutáneas debidas al estancamiento del sudor sobre la piel.
Te damos algunos consejos:
1. Evita el body en contacto con la piel y ponle únicamente una camiseta de
algodón o de lino. Las piernas las puedes dejar descubiertas y en los pies le
puedes poner unos calcetines de algodón, cuando el calor sea más intenso, en
casa puedes dejarle sólo con el pañal.
2. Refréscale a menudo. Para evitar que tu bebé pase calor, puedes darle algún baño de agua templadita.
3. Mantenlo hidratado. Los bebés corren el riesgo de
deshidratarse, razón por la cual es muy importante que le ofrezcas el biberón de agua a menudo, Sí fuera el
caso de que este tenga más de 6 meses.
Cómo saber cuándo tiene calor
• Intenta tocarle en el cuello y el tórax para saber si está caliente. Las
manos y los pies del niño no son
indicativos, ya que suelen estar fríos incluso en días calurosos.
• Cuando el pequeño tiene
calor lo expresa mediante el llanto, las pocas ganas de comer y las rabietas.
Acostumbra a estar irritable y abatido.
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