Estos son algunos pasos que pueden
ayudarte a salir adelante y a disminuir le estrés que provocan todas estas
obligaciones.
1. El que mucho abarca poco aprieta y si te
pones a hacer varias cosas al mismo tiempo, terminarás haciéndolas todas a
medias. Así que olvídalo y dedícate de a una. Es decir, si tienes que terminar
una presentación o un papeleo en el trabajo, termínalo y luego llama a casa
para saber de los niños. Sino gastarás el doble de energía en tratar de retomar
la tarea dejada a medias y estarás desconcentrada en la segunda.
2. Ya sea después de todas las obligaciones o al
mediodía, pero siempre reserva al menos media hora sólo para ti, en la que no
le sirvas a nadie y en la que puedas dedicarte a hacer lo que te gusta, te
relaja o al menos te descansa.
3. Cada dos semanas sal con tu pareja en plan
romántico. Ese día deben salir solos y dedicarse a hablar de ustedes, de lo que
les pasa, de lo que viven. Dejar el tema hijos para otra oportunidad.
4. Cuando vayas manejando, sobre todo, escucha
música tranquilizadora, que no te acelere, sino que te ayude a tomar las cosas
con más calma. Además, si vas con los niños, esa música los tranquilizará a
ellos también.
5. Si llegas a casa y resulta no estar tan
limpia y ordenada como solía estarlo, pues olvídalo. Es irrelevante. No te
vuelvas loca limpiando, mejor déjalo para cuando tengas más energía y aprovecha
la que te queda en disfrutarla con tus hijos. Es mucho más gratificante.
6. Sal de vez en cuando con tus amigas y
diviértete de lo lindo. Verás lo terapéutico que resulta una conversación con
las amigas.
7. Una madre moderna necesita hijos modernos y
esto es: que cada uno haga su cama, que ayuden con los quehaceres domésticos y
que sean responsables en sus tareas escolares. Explícale que esto te ayudaría a
estar más tiempo con ellos jugando en vez de estar persiguiéndolos porque no
hicieron los deberes.
8. El saber cómo son tus hijos, lo que les
gusta, sienten y viven, te ayudará a tener mayor cercanía con ellos y ser mejor
madre.
9. Debes saber en qué flaqueas, pero no
obsesionarte con ser perfecta. Basta con que trates de mejorar y ser más
humana. Esto es, dejar atrás las culpas, esas que la mayoría de las mujeres
tienen una vez que salen a trabajar.
10. Visita a tu familia, mamá, hermanos, tíos,
habla con ellos de tus cosas, siempre tendrán un buen consejo para ti.
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